Por los pacientes, por dignidad

Esta tarde miles de profesionales sanitarios se manifiestan en redes sociales con la etiqueta #NiHéroesNiMártires, reclamando, entre otras, mejoras en las condiciones de seguridad en sus puestos de trabajo. Las deficiencias de todos los sistemas sanitarios y de las decisiones de gestión sanitaria tomadas en el pasado se han visto exacerbadas por la pandemia del SARS-CoV-2 y por las decisiones, a veces poco oportunas, tomadas en el presente.

La infección ha sido especialmente cruda en Europa, donde países de culturas diversas y gobiernos de todo el espectro político han reaccionado tarde y mal ante una epidemia que descarrilaba en China. Sin entrar a valorar los fallos de los datos aportados por China, donde se originó la pandemia, en esta ocasión la OMS ha alertado de forma bastante más eficaz que con otras crisis como la más reciente de la Gripe A. Las consecuencias en países de América y África todavía están por conocerse, si es que algún día salen a la luz.

El acceso a la asistencia sanitaria es un derecho universal que debería ser respaldado por todos los países. Para ello, resulta primordial poner en valor el trabajo que se realiza por el personal sanitario.
Reclamamos una vez más la necesidad de fortalecer la Atención Primaria en Salud, fomentar las medidas preventivas y de educación sanitaria e invertir en un Sistema de Salud con los mismos principios que se esgrimen para la inversión en Defensa. Un sistema que ya está saturado y asfixiado con la carga de trabajo habitual, indefectiblemente desborda ante la aparición de una crisis que se añade a la situación de penuria crónica.

Un sistema que ya está saturado y asfixiado con la carga de trabajo habitual, indefectiblemente desborda ante la aparición de una crisis que se añade a la situación de penuria crónica.

Podemos anular actividad programada, podemos retrasar consultas que ya tenían un retraso de varios meses, podemos seguir engordando listas de espera que favorecerán las desigualdades en el acceso a la asistencia sanitaria. Podemos seguir exigiendo que en Atención Primaria se atiendan a 60 pacientes por jornada. Podemos, pero no queremos, no nos lo merecemos.

Con jornadas laborales que superan ampliamente los máximos legales para cualquier otra profesión, una formación extremadamente exigente y una dedicación profesional que no se ve ni remotamente compensada por las condiciones laborales, la ética profesional no puede ser siempre la excusa que utilicen los diferentes gobernantes para justificar el maltrato crónico a la Salud.

La ética profesional no puede ser siempre la excusa que utilicen los diferentes gobernantes para justificar el maltrato crónico a la Salud.

Es hora de replantearse nuestras condiciones laborales, por nuestra seguridad y por la de nuestros pacientes. Llegó el momento de reflexionar sobre los errores que una vez más se han cometido y nos han dejado desprotegidos frente a un microorganismo que, pese a las cifras, no es ni remotamente el peor al que nos vamos a enfrentar.

No somos héroes, ni tampoco queremos ser mártires. Queremos hacer nuestro trabajo, en condiciones dignas, para asegurar una buena asistencia a nuestros pacientes. Necesitamos estar preparados y formados, pero ello requiere esfuerzos económicos y estrategias de gestión que, vistos los resultados, son claramente diferentes a lo que se ha venido aplicando hasta la fecha.

#NiHéroesNiMártires

Esta es una opinión personal. Si no estás de acuerdo te invito a discutir en los comentarios, sin insultos, sin faltas de respeto y con buena ortografía.