Para hacer buena Medicina, aprende de Enfermería

Medicina, que noble y antigua profesión. Como garantes de la salud y longevidad humanas, se nos confiere una enorme pero solemne responsabilidad. Una vieja forma de artesanía, que pasó de generación en generación desde la antigüedad, de médico a médico. Con el Juramento Hipocrático para recordarnos que lo primero es "no dañar" y debemos entregarnos a tan honrosa labor.

Cuántas veces hemos oído ese dogma quirúrgico de "mira, haz y enseña" como método de aprendizaje. La facultad de Medicina y la especialización entendidas como transmisión vertical de conocimientos, desde el Maestro al Aprendiz, un modelo mil veces ensalzado por series televisivas como Urgencias o Anatomía de Grey.

Las enfermeras son los héroes invisibles de nuestra sociedad médica

El método funciona, de hecho ha servido durante años. Pero hay más actores en esta historia. Gran parte de la educación y evolución del médico en formación es debida a la generosidad, orientación y enseñanzas transmitidas por las enfermeras.

Cualquier residente, tarda pocos días en aprender el incalculable valor de contar con la enfermera para su formación. Son la primera línea del trabajo médico, mano a mano con las familias y los pacientes. Luchan con el dolor y la enfermedad, pero desde luego también contra el miedo y la soledad. No es frecuente encontrar otra profesión con el grado de dedicación que muestran una inmensa mayoría de enfermeras.

Seas estudiante, residente o adjunto; no te olvides nunca de fijar tu mirada a diario en el trabajo de Enfermería. Llegará el día en el que tengas que poner una vía, cargar medicación, sondar a un paciente, curar una herida... Te enseñarán también el lado más Humano del sistema sanitario. Así que no te dejes cegar por el brillo del Maestro, ten por seguro que cualquier buen médico le debe buena parte de su conocimiento a alguna buena enfermera.

Confía en los ojos de las más veteranas para poder estar en varias partes al mismo tiempo, aprende de la dedicación y compasión que muestran las más jóvenes. Si una enfermera te dice que "algo no va bien", ve a mirar. Por supuesto no siempre encontrarás algo mal, pero no dejes de buscar.

Todos tenemos nuestra responsabilidad en hacer que la orquesta suene bien, pero pensar que hay un único director es una mala estrategia. Cada grupo de instrumentos debe colaborar y prestarse atención mutuamente para que el trabajo suene lo mejor posible. Tu trabajo como médico es acumular, asimilar y actuar con la mayor cantidad de conocimiento, y tienes al lado al apoyo más valioso que podrías necesitar para cumplir con tu juramento.


Gracias a todas las enfermeras y enfermeros que me han enseñado, conscientes o no de su gran labor.