Hermana Frances Mallon, la monja de la que aprendemos sobre el cáncer de mama
Esta monja alcanzó la inmortalidad en 1970, cuando fallecía de un cáncer de mama. Sin embargo, las células que se tomaron de su pecho siguen vivas en miles de laboratorios por todo el mundo, ayudándonos a desvelar los secretos del cáncer de mama.
Antes de fallecer de cáncer de mama, la hermana Catherin Frances Mallon hizo una enorme contribución a la ciencia. Las células que se tomaron de dicho cáncer, permitieron crear la primera linea celular inmortal, la MCF-7 (Michigan Cancer Foundation-7). Se abrió así la posibilidad de investigar sobre cáncer de mama en laboratorio para probar nuevos fármacos y realizar análisis genéticos.
Los pechos de la hermana Frances han tenido tanto éxito en la investigación, que dos tercios de todo el conocimiento in vitro sobre el cáncer de mama se lo debemos a las células MCF-7 y otras dos líneas celulares llamadas T-47D and MDA-MB-231.
Si quieres unas cuantas células de la hermana Frances, las venden a 585 €.
Seguramente te recuerde al caso de RCPI-11, el dueño del Proyecto Genoma Humano.
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