Pañales inteligentes, tecnología textil para los más pequeños
Últimamente los debates entorno a las prendas inteligentes están en el olvido por la irrupción de las Google Glass y los relojes de última generación. Sin embargo en el ámbito de la eSalud se sigue investigando para que la tecnología textil se integre en nuestro día a día, como un espía que alerte de posibles riesgos.
Un ejemplo son las famosas camisetas que evalúan constantes vitales y ritmo cardíaco. Pero también los más pequeños se han podido aprovechar de las ventajas que proporciona la incorporación de sensores en la ropa, por ejemplo con los famosos sistemas para el tratamiento de la enuresis nocturna como el Pipi-Stop™. De modo que los pañales pueden llegar a tener un mejor futuro tecnológico que las Google Glass o el iWatch.
Ahora, la empresa Pixie Scientific anuncia que ha creado los pañales inteligentes, capaces de detectar infecciones de orina, alteraciones renales, deshidratación e incluso diabetes. Pero ¿qué hace a estos pañales tan inteligentes? un pequeño parche en la parte delantera del pañal con diferentes reactivos que al entrar en contacto con el pis del bebé cambian su color en función de los componentes que detecten. Esta es la misma herramienta que utilizamos al realizar las tiras reactivas de orina. Finalmente los padres harían una foto con su smartphone para su análisis mediante un algoritmo en la nube, recibiendo los resultados al poco tiempo.
Aunque se trata de una idea admirable, una vez más nos queda la duda sobre la utilidad clínica de este tipo de sistemas. En primer, lugar la forma en la que la orina entra en contacto con los reactivos es absolutamente inadecuada ya que la orina se contaminará con las bacterias de la piel y de las cacas del bebé dando resultados falsos. En segundo lugar el análisis indiscriminado es inútil, probablemente llevará a un incremento de visitas al pediatra y de la ansiedad de los padres.
Por ahora, no llega más allá de curiosidad sin base científica, ni siquiera existe un nicho de utilidad consistente. Pero los creadores (entre los cuales, por supuesto no hay ningún pediatra) prometen utilizar parte del dinero recaudado para realizar un estudio hospitalario, aunque mucho me temo que el propósito no es más que conseguir el visto bueno de la FDA para su comercialización, no demostrar su utilidad.
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