Historia Clínica Electrónica y mejoras sanitarias
El uso de la HCE se ha visto impulsado gracias al incentivo económico ofrecido por el gobierno de los Estados Unidos a las clínicas que las adopten. Dentro de los 155 mil millones de dólares destinados a la mejora de la Sanidad casi 26 mil millones serán adjudicados a mejoras relacionadas con las TIC para la Salud. En casi dos años desde su aprobación la promesa de una lluvia de millones para modernizar la gestión sanitaria ha llevado a las empresas del sector a desarrollar tecnología cada vez más eficiente.
Uno de los principales argumentos para justificar los costes millonarios de implantar estos sistemas fue que mejorarían la calidad de la atención. Pero ha día de hoy la mayoría de la información sobre el efecto de la Tecnologías de Información Sanitaria (HIT) proviene de un número muy reducido de centros que no serían representativos, como grandes hospitales universitarios o aquellos que adoptaron la HCE en primer lugar (siendo versiones iniciales).
Por todo ello la aplicación de estos sistemas ha sido controvertida, la ausencia de estudios sobre su utilidad, los costes elevados de su implementación, su escasa aceptación entre profesionales. Factores que han complicado su integración en la mayoría de los sistemas sanitarios. Pero ahora, con un número importante de hospitales que han optado por informatizar sus historias clínicas en Estados Unidos empiezan a surgir estudios, menos optimistas de lo esperado.
La Corporación RAND ha realizado por primera vez un estudio tomando una muestra amplia de hospitales para medir el impacto de la HCE sobre la calidad asistencial. Y aunque lamentablemente sólo se han centrado en tres patologías (fallo cardíaco, IAM y neumonía) y 17 marcadores de calidad la muestra de más de 2000 hospitales y el modelo de estudio prospectivo con seguimiento de cuatro años le dan un valor importante al estudio.
El resultado, tal vez lo menos relevante, fue que los pacientes tratados de fallo cardíaco recibieron mejor atención en los hospitales con un sistema de HCE básico. En general los resultados mejoraron a lo largo del estudio en todos los centros y para las tres patologías, una vez más los hospitales con sistemas básicos mostraron mejoras mayores pero no más que aquellos que no adoptaron sistemas digitales. Además en los hospitales que optaron por sistemas de HCE más avanzados las mejoras fueron incluso peores.
Aunque una vez más lo interesante llega en el apartado de discusión, con las reflexiones de los autores que argumentan la necesidad de desarrollar nuevos sistemas de medición que se centren en aspectos que podrían verse mejorados por la digitalización sanitaria. Por ejemplo una de las áreas donde se espera que la HCE ayude es en la prevención de interacciones medicamentosas, pero de momento no existen medidas de calidad que las valoren.
En cualquier caso los resultados no son negativos en lo referido a la digitalización de la Historia Clínica, sin embargo es un paso más en favor de la creación de herramientas que valoren el impacto de estas medidas sobre el paciente. Algo que tarde o temprano tendrá que llegar si quieren justificarse los millones invertidos en este sector.
Spencer S. Jones, PhD; John L. Adams, Eric C. Schneider, Jeanne S. Ringel, and Elizabeth A. McGlynn. Electronic Health Record Adoption and Quality Improvement in US Hospitals. Am J Manag Care. 2010;16(12 Spec No.):SP64-SP71 URI: http://www.ajmc.com/supplement/managed-care/2010/AJMC_10dec_HIT/AJMC_10decHIT_Jones_SP64to71
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