¿Cómo será la Atención Sanitaria en 2015?
Hoy toca una de cuentos del futuro:
«Sandra es una mujer de 27 años que vive en Salamanca, le encanta el deporte y salir a pasear a su perro. Hace dos meses empezó a notar unos pinchazos en su hombro derecho e inmediatamente pidió consejo a un médico especialista en reumatología del Hospital U. de Valencia a través de Vi.Vu, siguiendo su recomendación envió un SMS a su centro de salud y pidió cita para ver al Dr. Ramirez.
El Dr. Ramirez es un médico joven, hace dos años que empezó a trabajar en Salamanca. Todavía recuerda los días que pasó en Sevilla, en su casa, estudiando el examen MIR. Cada mañana a las 9 abría su ordenador y revisaba el correo; a las 10 entraba a la aplicación AMIR, veía en vídeo las clases correspondientes, tomaba nota de las reglas mnemotécnicas y de los datos más relevantes, enviaba sus consultas al profesor o al foro de dudas y si era repasaba conceptos en su e-book con las versiones digitales de los libros de la academia.
El día en que conoció a Sandra esta le relató cómo había ido evolucionando el dolor de su hombro, tuvieron 15 minutos para conocerse y poner las bases para una relación médico-paciente que garantizaría una confianza y un respeto mutuo. Además Sandra facilitó al Dr. Ramirez los datos necesarios para contactarla por correo electrónico, teléfono móvil y en el mundo virtual. Conforme hablaban, un sistema de grabación e interpretación de voz dejaba constancia de todo lo que sucedió, en la HCE. Cuando Sandra abandonó la consulta el Dr. Ramirez dedicó unos segundos a revisar, eliminar, añadir y corregir ciertos detalles que consideró más o menos relevantes.
Dos semanas después, Sandra acudió al especialista en Reumatología, Dr. Mendez. Gracias al Sistema de Gestión Hospitalaria implantado años atrás Sandra recibió un recordatorio de aquella cita mediante SMS y correo electrónico dos días antes; gracias a ese mismo sistema el Dr. Mendez había logrado evitar el absentismo de sus pacientes en más del 30%, haciendo su consulta más dinámica y eficiente.
La exploración física y las radiografías revelaron que Sandra padecía una tendinitis del supraespinoso, por lo que el Dr. Mendez indicó reposo y tratamiento con antiinflamatorios y recomendó ejercicios de rehabilitación con el fisioterapeuta Javier Gómez una vez que el dolor desapareciera. Sandra acude a la farmacia, donde gracias a la receta electrónica recibe el antiinflamatorio prescrito, además gracias a la HCE accesible desde su smartphone puede llevarse a casa una imagen digitalizada de su estudio radiológico y un control de todas sus visitas y tratamientos actuales.
Javier recibió a Sandra tres semanas después de que esta acudiera a la consulta del Dr. Mendez. Empezó por darle unas pautas generales sobre los ejercicios y durante los dos días siguientes estuvieron practicando estos ejercicios de fortalecimiento en el servicio de rehabilitación. Más adelante Javier entregó a Sandra un sistema de monitorización y teleasistencia para que pudiera seguir con la series de ejercicios desde su casa.
Gracias a la monitorización constante, Javier seguía la evolución de quienes optaban por esta posibilidad. Así, controlaba las constantes vitales y el seguimiento del tratamiento desde su despacho y podía solicitar una cita con algún paciente para revisar su estado. Sandra fue dada de alta por el Dr. Mendez un mes y medio después de que sintiera el primer dolor, con la sensación de haber estado en las mejores manos y atendida las 24 horas del día.
Sin embargo hoy, dos meses después de aquel primer pinchazo está en Madrid pasando unos días con su novio -Miguel-, un dolor intenso en su hombro la despierta hacia las 4 de la madrugada. Sobresaltada despierta a Miguel, quien la ayuda a vestirse y a subir al coche. Antes de ponerse en marcha envía un SMS para recibir una lista de los tiempos de espera medios en cada uno de los servicios de Urgencias de Madrid. En el 12 de Octubre son atendidos por la Dra. Fuentes 47 minutos después de haber montado en el coche.
La Dra. Fuentes no conoce a Sandra, sin embargo, gracias a la total compatibilidad de los Sistemas de Gestión y de HCE, puede solicitar acceso inmediato a la Historia Clínica de Sandra utilizando su DNIe. Un nuevo estudio de imagen revela presencia de tejido inflamatorio. La Dra. Fuentes cree justificada la intervención por artroscopia y se pone en contacto con el Dr. Mendez para comunicarle este dato.
Sandra es evaluada una semana después por el anestesista con los estudios que se realizaron en Madrid y a los que puede acceder desde su consulta. Finalmente es citada para una artroscopia de hombro derecho con bursectomía y acromioplastia tras la cual volverá al servicio de rehabilitación con Javier.»
Como podéis comprobar, todos los servicios de los que hablo existen actualmente y de hecho he enlazado a muchos de ellos. Sin embargo, sigue siendo un cuento futurista ya que ninguno de ellos están plenamente integrados ¿No es ya el momento de hacer algunos cambios? Tampoco estamos imaginando un lejano futuro con herramientas inverosímiles. Se trata única y exclusivamente de aplicar las tecnologías actuales también en favor de nuestra Salud.
Es nuestro deber como profesionales y nuestro derecho como pacientes exigir una mejora en las prestaciones del SNS que sirva para facilitar el acceso a la asistencia sanitaria y agilice los procesos de atención, diagnóstico y tratamiento. Una herramienta tan habitual como los SMS, el DNIe o la receta electrónica podría abaratar costes y mejorar la atención al paciente, además de liberar al médico de ciertas cargas administrativas que pueden ser fácilmente automatizadas.
¿Cómo imagináis vosotros la atención sanitaria dentro de unos años? ¿se parece a este escenario? ¿qué añadirías/eliminarías?
Hola,
ResponderEliminarMe gustó mucho este post. Me parece una muy buena manera de ilustrar la integración de las nuevas tecnologías en la asistencia sanitaria.
Muchas gracias, quise introducir varios elementos que pueden parecer «ciencia ficción» y sin embargo son tecnologías que ya usamos en nuestro día a día.
ResponderEliminarEsperemos que en unos años todas las piezas vayan encajando y consigamos ir adaptando el modelo de asistencia sanitaria a la demanda de los pacientes.