Decálogo de la Receta Electrónica
La implantación de la receta electrónica en España y sus 17 autonomías está siendo escalonada, heterogénea e ineficaz en muchos casos. En Estados Unidos, con un sistema sanitario eminentemente privado, los problemas que se prevén para la eReceta son mayores si cabe. Por ello el American College of Emergency Physicians a querido poner sobre la mesa un decálogo para que la receta electrónica no sea una dificultad añadida.
Estas once medidas para la correcta implantación de la receta electrónica, muy aplicables también en nuestro entorno, evidencian que el sentido común muchas veces falla en la digitalización de procesos.
Una receta electrónica debería:
- proteger la privacidad del paciente
- no desincentivar al paciente con un problema médico real para buscar ayuda
- apoyar el acceso al uso médico legítimo de sustancias controladas
- asegurar la precisión y la totalidad de los datos
- ser voluntario
- proporcionar una protección de responsabilidad para el médico
- minimizar los requisitos laboriosos para el médico
- usar un sistema robusto de monitorización con vínculos interestatales, fácilmente accesible y navegable por los médicos 7 días a la semana, 24 horas al día
- estar limitado a individuos y agencias apropiados, incluyendo médicos, farmacéuticos y personal autorizado por ley
- no ser evaluado para evaluar la práctica clínica del médico
- permitir a los médicos controlar sus propios patrones de prescripción e identificar potenciales usos no autorizados
— Electronic Prescription Monitoring; Ann Emerg Med 2012;59:241-242 #
Esperemos que esta vez sí, se escuche a los usuarios (en este caso los médicos) sobre las necesidades reales que tienen en la consulta. La receta electrónica tiene que venir a paliar los déficits y la burocracia que generan las recetas en papel. Si sólo conseguimos crear nuevos problemas la digitalización por si misma es un sinsentido.
Visto en el siempre interesante Primum non nocere de Rafa Bravo
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