Hasta aquí hemos llegado
Ayer el mañoblog cerraba sus puertas. La puerta abierta de la Medicina del Trabajo hacia la eSalud se cerró bruscamente con el artículo menos jocoso de todos los que Miguel Ángel Daniel. Pero si algo tiene la blogofera es la rapidez con la que reacciona, a través de Twitter se generó una propuesta inmediata para homenajear a uno de los blogs con más carisma de los que conformamos esta blogocosa.
Desconocemos los motivos reales que han acabado con el espacio diario de divulgación y humor. Que han condenado a los Mi Jose y Marijose a una eterna sala de espera. Sin embargo y tras más de dos años de lectura continuada en la consulta virtual de Miguel Ángel nunca he encontrado ni el más mínimo requiebro en su profesionalidad. Siempre actualizado, siempre fiel a la privacidad y por supuesto a sus quehaceres profesionales y personales.
Lo cierto es que murió ahogado por su éxito y por la ignorancia. La ignorancia, ese estado objetivable de estupidez que rodea lamentablemente la aplicación de nuevas tecnologías en Sanidad. Hemos visto cómo crece la eSalud, somos testigos de los beneficios que aporta e incluso empiezan a surgir datos contrastados de su utilidad. Pese a ello todavía hay quien ve coartada su autonomía a la hora de enseñar y divertir.
Esperemos volver a encontrar pronto al Maño en alguno de los otros medios que ya utiliza y que sepa reinvertir bien el tiempo de ocio que se ha visto obligado a reestructurar ahora que no volveremos a leer sobre "enfermedades de obreros y artesanos".
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