Cognitive Computing, el próximo futuro de la medicina
Todavía estamos adaptándonos al los cambios que ha supuesto la entrada de Internet en medicina, pero el futuro ya se nos echa encima. La computación cognitiva (cognitive computing) se define como el diseño de sistemas computacionales en base a los conocimientos sobre neurociencia, es decir, la creación de cerebros digitales que actúen, piensen e interaccionen como seres humanos. Y parece que será el próximo cambio al que tengamos que enfrentamos en sanidad.
¿Pero cómo puede la próxima generación de ordenadores ayudar al médico?
Desde IBM avanzado cinco vídeos recogiendo como estas innovaciones aplicaron en nuestro día a día. Sendos investigadores nos explica cómo la integración de cada uno de los cinco sentidos en ordenadores podrían ayudarnos en ramas diversas, especialmente en aquellas relacionadas con el ámbito de la salud. Éstos son los ejemplos:
el oídoImagina saber por qué llora un bebé, o quizás que un fonendoscopio pueda interpretar por sí sólo los sonidos del corazón a través de un ordenador. En los próximos cinco años, serás capaz de hacerlo gracias a algoritmos que trabajen en sistemas cognitivos que entenderán los sonidos.
Dimitri Kanevsky y su equipo ya han patentado un sistema para interpretar los sonidos que produce un bebé. Pero esta tecnología también se podría aplicar para prevención de desastres naturales como desprendimientos de tierra.
el gustoLav Varshney y su equipo están trabajando para crear una nueva generación de chefs, unos cocineros virtuales. Conseguir que los ordenadores entiendan los sabores podría mejorar nuestra dieta, personalizando los platos que comemos según los gustos de cada uno y por supuesto, respetando una nutrición adaptada a nuestras necesidades de Salud.
De este modo, se puede lograr que un paciente hipertenso coma sin sal pero sin dejar de lado sus sabores favoritos. O que las computadoras creativas imaginen formas de crear nuestras comidas más sabrosas cumpliendo con los objetivos nutricionales más saludables.
el tactoEn cinco años los dispositivos táctiles darán un paso más. Nos permitirán no sólo manejar nuestras pantallas como ya hacemos con smartphones y tabletas, podremos sentir lo que tocamos. A través de la tecnología háptica los médicos podrán palpar la piel del paciente a distancia o sentir durante la cirugía laparoscópica el interior del paciente.
Es el sueño de Robyn Schwartz y su equipo que utiliza vibraciones y luz infrarroja para unir el mundo real con la realidad virtual, a través del tacto.
la visiónConseguir que un ordenador entienda lo que ve podría ser la revolución más importante en el ámbito de la Salud. En los campos de la Medicina en los que el diagnóstico se basa en imágenes, la computación visual cognitiva podría jugar un papel importante para ayudar a los médicos a reconocer problemas como tumores, coágulos u otros problemas de forma precoz. Con frecuencia es difícil fijarse en todos los detalles, sobre todo cuanto más pequeños son. Usando técnicas de reconocimiento de patrones para señalar aquellas zonas sospechosas el médico podría ganar mucho tiempo.
Por ejemplo, en dermatología, muchas veces el diagnóstico de cáncer de piel se realiza de forma tardía por la falta de costumbre, entre la población, de hacerse inspecciones periódicas para identificar lesiones sospechosas. A través de una aplicación móvil podría conseguirse un screening programado que enviase las lesiones sospechosas al dermatólogo.
el olfatoEn cinco años tu teléfono móvil podrá avisarte de que has cogido la gripe, antes de que lo sientas. Cada día, al respirar, eliminamos millones de moléculas diferentes, cada una aporta información de diferentes procesos que tienen lugar en el organismo. Un pequeño sensor que reconozca determinadas moléculas, conocidas como biomarcadores podría ser la clave del diagnóstico médico en el futuro.
Aunque ya hemos comentado que es a través de la vista como se diagnostican hoy en día una gran cantidad de procesos, el olfato podría ser el próximo boom en cuanto a diagnóstico precoz. Imaginad cómo de útil sería que un simple detector de moléculas nos dijera si un paciente tiene cáncer, el tamaño de la masa o si existe alguna infección por un microorganismo concreto.
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